El novato es el nuevo en algo. Es el principiante. Dios no es alguien a quien acaban de nombrar en una posición, ni alguien creado hace poco tiempo. No hay nada en Dios que haga de Él algo nuevo. ¡Él es el principio! Dios ha existido desde siempre. Es el Señor Dios Todopoderoso, el Señor eterno. Somos nosotros los que probablemente seamos novatos. Somos quienes descubrimos algo nuevo cada día. El novato está expuesto a muchos peligros, como el orgullo. El orgullo del novato hace que se sienta por encima de las autoridades establecidas desde hace años. Lucifer era un novato ¡y su orgullo lo condenó! Cayó en “la condenación del diablo”. El más grande error de Lucifer fue que no supo apreciar su posición en relación a la de Dios. A lo largo de estos capítulos que invitan a pensar, las enseñanzas sobre el orgullo del novato han de tomarse en serio, tanto como para que no vivamos cumpliendo cada uno de los puntos del libro para acabar mal, condenados. ¡Aprende a librarte de todos los peligros que acechan al novato!